sábado, 28 de marzo de 2009

Lorem ipsum dolor

Hola, me llamo XXX.

Nunca he tenido un blog, y seguramente nunca habría decidido a tener uno por iniciativa propia. Lo cierto es que he decidido seguir el consejo de una persona muy querida y cercana, que desde hace tiempo insistía en la conveniencia de compartir con el mundo los dones que me han sido otorgados.

Todos tenemos dones, aunque por desgracia algunos tengamos más que otros. No me gustaría parecer pedante, pero la naturaleza es cruel, y no da nada gratis. Todo tiene un precio, y lo que nos da por un lado, nos lo quita por otro.

Cuando era pequeño, en los ochenta, mi madre me daba a veces dinero para comprar las fruslerías que todos hemos comprado en nuestra infancia. A mi me solía dar cinco duros, y casi siempre los gastaba en lo mismo: Un sobre de muñecos de plástico montamán y una bolsa de pipas Carancha.

Las pipas Carancha costaban un duro, y el diseño de la bolsa era muy peculiar. Mostraba a un niño con aire de travieso sujetando una bolsa de pipas Carancha, y en esa bolsa de pipas se volvía a ver al mismo niño sujetando otra bolsa de pipas, y en esa bolsa de pipas se volvía a ver al mismo niño sujetando otra bolsa de pipas, y en esa bolsa de pipas se volvía a ver al mismo niño sujetando otra bolsa de pipas, y en esa bolsa de pipas se volvía a ver al mismo niño sujetando otra bolsa de pipas, y en esa bolsa de pipas se volvía a ver al mismo niño sujetando otra bolsa de pipas, y en esa bolsa de pipas se volvía a ver al mismo niño sujetando otra bolsa de pipas, y en esa bolsa de pipas se volvía a ver al mismo niño sujetando otra bolsa de pipas, y en esa bolsa de pipas se volvía a ver al mismo niño sujetando otra bolsa de pipas, y en esa bolsa de pipas se volvía a ver al mismo niño sujetando otra bolsa de pipas, y en esa bolsa de pipas se volvía a ver al mismo niño sujetando otra bolsa de pipas, y en esa bolsa de pipas se volvía a ver al mismo niño sujetando otra bolsa de pipas. ¿Lo has leido todo seguido? ¿Verdad que no?

En realidad solo se podia distinguir la autoreferencia siete veces, porque el off-set no permitía una resolución lo suficientemente elevada, pero estaba claro el mensaje que se pretendía transmitir. No se que clase de iluminado utilizó tan peculiar vehículo de expresión, pero supe desde el principio lo que pretendía decirme.

Poco a poco intentaré explicarlo, aunque sea yo el único que lo comprenda.

0 comentarios: