jueves, 17 de diciembre de 2009

Donde sobreviene la ecpirosis.


Los excesos de virtud se pagan. Siendo un infante, ya soñaba despierto mientras ojeaba el boletín informativo discoplay, en la sección de fotografía. Cerraba entonces los ojos y contemplaba mi obra al lado de los grandes. Ray, Riefenstahl, Henri Cartier Bresson. Y allí estaba yo. En uno de aquellos lujosos tomos monográficos, magníficamente reeditados en Taschen. A título póstumo.

Stat rosa pristina nomine, nomina nuda tenemus.

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