Karate Kid.

Hoy he soñado que era el niño de Karate Kid, una película que nunca me gusto demasiado, pero que por algún motivo me marcó en mi infancia, seguramente por la gran aceptación de la que gozó entre mis compañeros de clase, que imitaban la postura de la grulla y la famosa patada del sol naciente en los recreos que siguieron a su estreno.

Me reconforta soñar algo normal de vez en cuando. En este sueño no he matado a nadie, no he cometido ningún tipo de aberración sexual, ni me he suicidado.

Estoy componiendo la que considero mi obra maestra, la colgaré en los próximos días, antes de que llegue mi inminente crisis ciclotímica.

Hoy he dedicido dejar de fumar.

Perdona por las llamadas, no quería asustarte, no volveré a hacerlo. No te enfades, por favor, tenía que hablar con alguien, no pensé que pudiera molestarte ni que estuvieras con alguien, lo siento.