martes, 20 de septiembre de 2011

México, ese pais maravilloso.

[MODO IRONICO ON]

Hoy quiero compartir con todos vosotros la enorme admiración que siento hacia México y sus habitantes, esas gentes descendientes de milenarias culturas que tan injustamente han sido tratadas por la historia y el resto del mundo, especialmente por España, que saqueó todas las riquezas de aquella paradisíaca tierra virginal (intercambiándolas en el mejor de los casos por espejuelos, cuentas de colores, y enfermedades hasta antes nunca sufridas por aquellos lares), y exterminó civilizaciones arcaicas poseedoras de una cultura y un saber milenarios que todavía hoy día pueden ser percibidos en algunos de sus habitantes, dignos herederos y depositarios de su ancestral sagacidad.

No tengo el honor de conocer a ningún mexicano en persona, pero he podido comprobar en carne propia el señorío de alguno de ellos, como el de don Alberto Ramírez, el verdadero descubridor del autorretrato de Leonardo en el pelo de la Gioconda, que tuvo la caballerosidad y pundonor de sacarme de mi empecinamiento en relación al injustificado descrédito que traté de imponer a su descubrimiento. Le ruego acepte mis disculpas, don Alberto.

Podemos afirmar sin duda alguna que la enigmática sonrisa de la Gioconda se debe a una broma de Leonardo, que decidió esconder sus facciones en el cabello de su retrato más conocido. Transcurrieron quinientos años y el hallazgo pasó desapercibido ante los ojos de cientos de eruditos de todo el mundo hasta que la investigación de don Alberto lo sacó a la luz. Debemos agradecerle por tanto que lo comparta con la humanidad.

¡Gracias, don Alberto! Sé que sabrá disculpar mi ignorancia. Un saludo del verdadero y arrepentido difamador del verdadero descubridor del verdadero autorretrato de Leonardo oculto en el pelo de la no tan verdadera Gioconda.



[MODO IRONICO OFF]

4 comentarios:

Anónimo

que me aspen si se a que se debe esta confesión...pero ahora lo ensalza usted? algo me huele mal en semejante tono propagandístico de grandilocuente confraternidad.

Pipas Carancha

Don Alberto es un genio sin parangón en la historia de la humanidad. No tengo excusa por haber dudado de la absoluta veracidad de su sensacional descubrimiento.

Saludos, mi apreciado amigo anónimo.

Anónimo

no me convence aqui hay algo que huele mal...

Paneke

bonita composición alegórica ;)