viernes, 3 de abril de 2009

De hormigón armado.

El caso es que me es imposible conciliar el sueño. Al menos durante estas últimas semanas. Quizás sea porque estoy tratando de resolver un sinfín de problemas futiles o quizás sea debido a los acusados cambios de temperatura de las últimas jornadas. Vete tú a saber. Supongo que a consecuencia de ello, sufro terribles jaquecas que a veces se postergan durante horas, días...Entonces me dedico a postear un sinfín de elucubraciones dictadas a conciencia, como si de esa forma me fuese más fácil hallar las interrogantes que se ocultan en mis propias respuestas. Y trazo mentalmente un laberinto de hormigón armado. Y me sitúo en un punto intermedio mientras me regocijo en buscar la salida.

Suena el ronroneo del camión de reparto que abastece al pequeño comercio familiar situado en los bajos de casa. El piar de los vencejos se cuela por la ventana con los primeros rayos de luz. Ya va siendo hora de empezar el día, demonios.

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